Estaba yo hablando un día con una amiga de que no me acordaba como se hacían unas bufandas que tejías un poco y después haciendo no sé qué, doblaban su longitud. Y entonces blogeando encontré esto. Mónica en su blog, como leyéndome el pensamiento, hace una entrada explicándolo. Pues ya me veis a mi haciendo lo mismo. Un cuellecito bien suavecito. También le puse 50 puntos pero es conveniente poner números impares. Me dí cuenta después. Tejí 100 gramos de lana a punto bobo con agujas del 5.
Para que tengais una idea, me quedó un rectángulo de 55 cm x 31 cm. La última vuelta tejí uno sí y otro lo solté, uno sí y otro lo solté, y así sucesivamente. Como que el último punto me quedó suelto, tuve problemas a la hora de hacer correr hacia abajo los puntos escapados puesto que se encallaba un poquito.
Una vez todos corridos hacia abajo me quedó una bufanda de 150 cm x 23 cm. Es decir, que queda el triple de larga. Entonces cerré los puntos del final bien flojitos para que quedaran igual que los del otro lado.
Entonces, como yo quería un cuello, uní los dos lados con un ganchillo.
Me ha quedado muy grande porque me da tres vueltas al cuello pero como no abulta mucho no queda mal y con dos vueltas tampoco queda del todo mal.
La próxima vez tejeré menos. Siempre hay que empezar por algo.
Feliz Domingo.